A parte de la salida oficial, algo más temprano hemos quedado, como siempre en el JAI-ALAI, Juan, Patxi y Edu. El querer cumplir con los compromisos familiares y con la bici es lo que tiene.
Pues a eso que arrancamos puntuales a las 8:30 horas desde el barrio, en dirección a Iberdrola, para seguidamente ir hacia el camino de Irusta. Ya desde allí por nuestro camino de los "jubilados", cruzandonos ya con algún que otro viandante dando su paseo matinal. Saludo de rigor y, ya desde la bajada, ver que Patxi con la 29 o bien está intratable en las bajadas, o los frenos de su Orbea no hacen su función, porque literalmente, volaba.
Ya de allí nos dirigimos al barrio de Buia, hacemos la cañada real, y seguido nos dirigimos hacía la recta del Consorcio de Aguas, donde el viento hace de las suyas frenándonos con fuerza.
Nos desviamos a la derecha y una vez nos metemos en la senda limitada por la cadena, vamos aumentando el ritmo, donde Juan tira fuerte y seguido le hace el relevo Patxi en el cuestón, corto pero intenso, de la zona de las huertas antes de meternos en la carretera que lleva a la zona de la cantera. Continuamos hacia la zona de pistas que esta a la izquierda donde de nuevo Juan mete ritmo subiendo la zona técnica de piedras y barro, el cual afortunadamente estaba seco, para luego ir alternando con Edu a la hora de tirar. En ese tramo Patxi ya estaba pensando en como hacer la bajada que lleva al barrio de Markio, y dicho y hecho. En la única bajada que nos ha dejado la Diputación, destrozada por las maquinas, allí que Patxi de nuevo marca la diferencia y baja a un ritmo increíble solo parando para preguntar donde estaba el desvío hacia el barrio, y menos mal, porque sino no le vemos.
Llegamos a Markio, subimos el cuestón y nos dejamos, de nuevo caer hacia el inicio de Bentako, por el camino de siempre, el cual estaba adornado de por una parte por pintxos traidores y por otro sembrado de "rotos" originados por la bajada del agua.
Enfilamos a subir por Bentako, y llegamos a la campa de "Txus", donde debido a que tenemos tiempo, decidimos subir Pastore para coronar y hacer la foto de rigor. Se sube a buen ritmo y en silencio.
Ya nos toca bajar y para soltar un poco las piernas votamos para bajar por Artabe y luego con cuidado, el Silencio, ya que estaba a tope de mendizales ascendiendo. Bajada rápida por asfalto, parada en el barrio, vistazo al cuentakilómetros, hoy 34 km, despedida, y ya pensando en la siguiente. Como siempre, un placer.