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lunes, 18 de julio de 2011

bilbao bizkaia btt

El primer grupo en cruzar la línea de meta, recorrió los 54 kilómetros en tan solo tres horas y media.

Exito aplastante de MIRIBILLA BTT, BAMBINO 2º, iÑIGO 4º, KARIN 7º, IVAN 15º, MON 45º


En una mítica mañana veraniega de la capital vizcaina, lluviosa y gris, 285 participantes acudieron puntuales a la llamada de la primera edición de la Bilbao Bizkaia BTT. En la explanada del Guggenheim, escenario de la salida de la carrera, se dio un amalgama de sensaciones y es que los bostezos y desperezos de los más remolones quedaron enmudecidos por las ganas y la fuerza de los deseosos por conocer sobre dos ruedas los alrededores de Bilbao. Así, con el grito de Aurrera! los madrugadores ciclistas comenzaron la marcha de 54 kilómetros por los aledaños más exigentes del botxo.

A pesar de que la salida se realizó bajo un manto de gotas frías, una vez alcanzado el Museo Marítimo los débiles rayos de sol alternaron con las nubes. Y aunque la lluvia respetó a los ciclistas la mayor parte de la carrera, la tormenta de la noche del sábado dejó como resultado varios charcos de barro difíciles de esquivar. Por eso, una vez llegado Kobetas Mendi, los participantes dijeron adiós al asfalto para chocar de pleno con el lodo.

Ya en contacto directo con el Gran Recorrido que une los cinco montes que rodean a Bilbao, la marcha presentó un duro circuito con dos tramos muy exigentes. El primero, la subida al monte Arraiz, fue librado fácilmente por la mayoría, pero el segundo ascenso, para tocar la cima del Pagasarri, se hizo especialmente sufrido para los ciclistas que ya contaban con 30 kilómetros en sus piernas. Aún así, esta última escalada fue para los participantes el ascenso perfecto para la marcha ya que en el rumor que se generó tras la carrera, todas las sonrisas iban precedidas de un nombre: "El Paga". "Sin lugar a dudas, el tramo más duro es la subida al Pagasarri aunque algunas zonas estaban asfaltadas y se podía subir sin llevar el pie al suelo", informó Rubén García, uno de los primeros participantes que cruzaron la línea de meta.

El descenso fue verdaderamente accidentado puesto que aquellos que afrontaron la bajada con agresividad se toparon con zonas pedregosas que lograron desestabilizar incluso las bicicletas todoterreno más potentes. "En las carreras de mountain bike las caídas, los arañazos y las averías son normales, no creo que a nadie le haya pillado desprevenido", dijo José Félix Txefe Guerrero, organizador del evento. Pero si los contratiempos fueron algo esperado, lo que realmente dejó sin habla a los ciclistas, aparte del cansancio, fueron las espectaculares vistas que ofrecieron las rutas rodadas. Desde las alturas Bilbao se vio desde otra perspectiva y no fueron pocos los que, aprovechando las zonas de avituallamiento y descanso, se apearon de sus bicicletas para fotografiar con la memoria la panorámica de la capital vizcaina.

Tres horas y media tardaron los primeros participantes en regresar al Guggenheim. Se trató de un grupo de veinte ciclistas que llevó un ritmo increíble, casi inhumano, incapaz de ser seguido por el resto de corredores. "No ha sido tan agónica como pensaba", se sinceró Juan Carlos González Salvador, exciclista profesional que logró meterse en el grupo de cabeza. Los más rezagados, exhaustos por tanto esfuerzo, lograron la hazaña dos horas después, pero con el mismo semblante. Porque cuando todos salieron del campo de Montefuerte, dejando atrás la competición, las caras cambiaron y la marcha adquirió otro carácter más lúdico. Disfrutar de las calles bilbainas fue el único objetivo y la llegada al Guggenheim el premio a tantas sufridas pedaladas.

Primera de muchas Ya con la carrera finalizada, Txefe Guerrero, nervioso e hiperactivo durante toda la prueba, pudo relajarse y sonreír ante el trabajo bien hecho. Fueron muchos los deportistas que se acercaron para mostrarle su júbilo y agradecimiento. Palabras que el organizador agradeció y que fueron base suficiente para que el exjugador portugalujo se atreviera a hacer una promesa: "Queremos que esta prueba se convierta en una clásica". Así, todo parece indicar que esta edición de la = Bilbao Bizkaia BTT es la primera de muchas.